" ¿Hacia dónde? ¿Importa acaso?
Cualquier posibilidad que pueda yo contemplar, ya existe...
Está predeterminada. La estructura que me pueda contener me
está esperando, el sueño que pueda ser capaz de soñar y aquel en que pueda persistir hasta volverlo real, ya existe.
Es una cuestión de elección, aún si no eligiera está contemplada mi respuesta. Puedo si quiero no tener conciencia, obnubilarme, perderme... caminar a ciegas, desconocer y reconocer de nuevo los olores, los sonidos, las texturas; pretender acaso que me causan sorpresa y desconcierto; no importa qué haga o cómo lo haga, cualquier rasgo de asombro es predecible.
Puedo también por elección ser consciente, y lo soy, sobre todo cuando siento que me estallan los pulmones bajo el agua, y sé que no es mi voluntad sino el instinto quien me salva; siempre hay alguien que decide por mí... Y a pesar de mí. (...)"